Una vez finalizada la cosecha de cereales los vehículos descansan agotados por el trabajo realizado; algunos de ellos, además, pedirán a gritos recambios para tractores con los que reponer fuerzas. Pero el trabajo todavía no ha terminado, el grano recogido debe ser conservado en un ambiente óptimo que asegure y mantenga su calidad. Por norma general, el grano es un producto fácil de almacenar que, si se garantizan unas buenas condiciones de temperatura y humedad, puede permanecer en silos o almacenes durante mucho tiempo conservando todas sus propiedades. Por supuesto, los factores que entran en juego para asegurar un eficiente almacenamiento de grano sobrepasan las condiciones meramente ambientales debido a la posible entrada en escena de animales y otros seres vivos que pueden echar a perder el producto.
Existen determinados puntos que siempre habrá que tener en cuenta antes de almacenar el grano. En primer lugar, este debe estar sano, limpio y seco y, además, debería contarse con un espacio de almacenamiento que esté adecuado al tipo de producto que vaya a alojar. La humedad y la temperatura de este almacén serán además dos de los aspectos más importantes a tener en cuenta.
Humedad y temperatura, los factores determinantes
La humedad del sitio ha de ser controlada para que no exceda los límites soportados por el grano. De lo contrario, este se reblandecerá y deteriorará al mismo tiempo que favorecerá la aparición de hongos y otros microorganismos similares. La temperatura, por su parte, debe mantenerse en un nivel que permita respirar al producto; que ni lo seque más de la cuenta ni lo humedezca en exceso. Estos dos factores estarán directamente relacionados dado que a mayor temperatura podrán aparecen mayores niveles de humedad.
El almacenamiento de grano es una de las tareas más importantes que todo agricultor debe atender tras la cosecha. Hablamos sobre ella en este artículo de nuestro blog. https://t.co/hfdZlqlKoz pic.twitter.com/dehUsU3Hvv
— Repuestos Fuster (@RepuestosFuster) March 21, 2019
El almacenamiento de grano y los visitantes no deseados
Además de controlar las condiciones ambientales, el almacenamiento de grano debe contemplar la necesidad de evitar plagas o la presencia de elementos dañinos. Un ambiente excesivamente húmedo resulta un imán para insectos y hongos que pueden deteriorar el estado del grano hasta malograrlo o pudrirlo por completo. Los insectos son seres altamente voraces y su eliminación resulta especialmente costosa; en muchos casos, además, esta dependerá del uso de insecticidas que pueden afectar a la salud del producto. Para evitar la presencia de hongos y otros microorganismos similares, la mejor solución pasa por mantener el grano en un estado libre de humedad.
Otro de los mayores riesgos para el correcto almacenamiento de grano son los roedores, que devorarán el producto sin contemplaciones siempre y cuando tengan acceso a él. Estos animales no solamente pueden mermar drásticamente la cantidad de producto sino que, además, sus excrementos constituyen todo un foco de infecciones para el mismo. Como ocurre en todos los casos similares, la mejor manera de controlar la aparición de roedores en un almacén de grano es prever su presencia; los cebos o las barreras para hacer el producto inaccesible son algunas de las soluciones más extendidas.
Un buen almacenamiento debe presentar unas condiciones que aseguren el buen estado del grano y garantice su estanqueidad, ventilación y desinfección. Actualmente existen multitud de silos diferentes. La mayoría de ellos no presentan condiciones especiales más allá de su propia fisonomía, pero existen otros capaces de modificar la atmósfera de almacenamiento alterando la cantidad de oxígeno en el aire en pos de un almacenamiento de grano más eficiente, seguro y, por supuesto, a un coste mayor.
La conservación de grano es una tarea de vital importancia que, bien realizada, supondrá el culmen definitivo al proceso de recolección.