La acuoponía es un método sostenible de cultivo basado en sistemas de recirculación que combina dos técnicas diferentes: la acuicultura y la hidroponía. La primera es la cría de animales acuáticos; en cuanto a la segunda, se trata del cultivo de plantas en agua. Así, la acuoponía es un sistema combinado de cría de peces y cultivo de plantas basado en un uso eficiente y circular de los recursos.
Los orígenes de la acuoponía no están del todo claros, pero se piensa que varias comunidades asiáticas y centro americanas pudieron practicarla desde la antigüedad. En la actualidad se han conseguido cultivar con éxito más de 150 variedades vegetales entre hortalizas, árboles, flores y hierbas. Aunque su uso no está todavía muy extendido, esta técnica comienza a ganar popularidad en algunas regiones asiáticas, africanas y americanas donde el aprovechamiento eficiente de los recursos es clave para el desarrollo de actividades de tipo agrícola.
¿Cómo funciona la acuoponía?
La base principal de este proceso es que los residuos orgánicos generados por los peces se transformen en fertilizante para las plantas que, a su vez, limpian el agua que recorre todo el circuito. En un sistema de acuicultura tradicional, los residuos generados por los peces terminan por ser tóxicos para estos. Por el contrario, en una instalación de acuoponía estos desechos se convierten en alimento para las plantas hacia las que se bombea el agua donde se crían los peces. Al tratarse de un sistema circular, después de que las raíces hayan absorbido los nutrientes, el agua purificada de residuos regresa al tanque de los animales.
La acuoponía es una técnica que combina el cultivo de plantas y la cría de peces. Aunque su uso no está muy extendido, poco a poco se van desarrollando avances al respecto.https://t.co/YzxV1CLxlQ pic.twitter.com/wzpy26OGaS
— Repuestos Fuster (@RepuestosFuster) January 30, 2019
Aunque la aplicación de la acuoponía es más habitual en pequeños cultivos, su uso industrial también se ha desarrollado con relativo éxito. Independientemente del tamaño de la explotación, el primer paso para llevar a cabo este sistema es contar con un cultivo hidropónico por el que el agua sea capaz de circular de manera continua. Los otros elementos indispensables son un tanque en el que criar los peces y una bomba que sea capaz de pasar el agua del tanque hasta las plantas. Tras absorberse los nutrientes y purificarse el agua, esta debe volver al tanque para garantizar la circularidad del proceso.
Para que un sistema de acuoponía funcione eficazmente es indispensable asegurar la buena calidad del agua, así como su correcta circulación y aireación. El número de plantas y peces debe ser proporcional, de manera que se pueda obtener una cantidad de residuos suficiente para alimentar a las plantas pero sin que esta resulte excesiva. Las plantas que mejor responden a este tipo de cultivos son las hortalizas, especialmente aquellas de hoja verde y algunas variedades como el tomate, el pepino o el pimiento.
Ventajas, inconvenientes y realidad de la acuoponía
Las ventajas de este tipo de cultivos son evidentes: un uso eficiente del agua, presencia de fertilizantes orgánicos, reducción de productos químicos y el no requerimiento suelo ni tierra de cultivo. Por otra parte, se trata de un sistema complejo que requiere prestar atención paralela a plantas y animales.
Actualmente todavía faltan muchos pasos que dar para hablar de una generalización eficiente de la acuoponía. Su aplicación a nivel particular y en medianas o grandes explotaciones ubicadas en zonas de recursos insuficientes o donde la tierra no es apta para el cultivo arroja resultados esperanzadores. No obstante, todavía no hay estudios suficientes que garanticen su efectividad al cien por cien.
Aunque no conviene perder de vista este tipo de técnicas, parece ser que por el momento continuaremos trabajando la tierra según el método tradicional, utilizando aperos, tractores y repuestos agrícolas.