La agrovoltaica es un sistema que combina la agricultura con la producción de energía solar. Básicamente, consiste en la instalación de paneles solares sobre estructuras elevadas que permitan el desarrollo de la actividad agrícola a ras de suelo. De esta manera, esta práctica permite aprovechar el mismo terreno para cultivar alimentos y generar electricidad limpia, maximizando así el uso eficiente de la tierra.
¿Cómo funciona una instalación agrovoltaica?
En un sistema agrovoltaico, los paneles solares se montan sobre estructuras diseñadas para permitir el paso de la luz solar necesaria para la buena salud de los cultivos. Estas estructuras elevadas, además, pueden estar orientadas de manera que faciliten la circulación de maquinaria agrícola y el acceso adecuado para el cuidado de los cultivos.
De esta manera, la energía solar captada por los paneles se convierte en electricidad que puede ser utilizada directamente en la granja o exportada a la red eléctrica local. Esta combinación de agricultura y energía solar contribuye significativamente a la sostenibilidad al reducir la huella ambiental y mejorar la eficiencia energética en las explotaciones agrícolas.
Ventajas de la agrovoltaica
Una de las principales características de este sistema es el aprovechamiento eficiente del suelo. La agrovoltaica permite utilizar un mismo terreno para la producción de alimentos y para generar energía solar. Y de esta manera se maximiza la productividad por unidad de superficie y se reduce la competencia por el uso de la tierra. Además, los agricultores pueden diversificar sus fuentes de ingresos al vender la electricidad generada por los paneles solares. Esto contribuye a la estabilidad económica de las explotaciones agrícolas.
La disposición de los paneles solares proporciona sombra parcial que protege los cultivos del exceso de calor y la evaporación, lo que puede ser beneficioso en regiones con climas cálidos y soleados.
Pero esto no es todo. Al generar energía limpia y renovable, la agrovoltaica también contribuye a la mitigación del cambio climático y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, promoviendo así un entorno más sostenible mediante una clara reducción de la huella ambiental. En última instancia, la combinación de agricultura y energía solar puede mejorar la resiliencia de las explotaciones agrícolas al proporcionar una fuente de energía estable y complementaria a las actividades agrícolas.
Perspectivas de futuro
En líneas generales, la agrovoltaica representa una oportunidad prometedora para avanzar hacia sistemas agrícolas más sostenibles y resilientes. En cuanto a su proyección en un futuro a medio o largo plazo, el principal escollo viene de la mano de los costes que suponen su implantación. A medida que la tecnología avance y el precio de los paneles solares pueda disminuir, se espera que la adopción de la agrovoltaica pueda expandirse hacia diferentes áreas del mundo.
En conclusión, la adopción de un sistema basado en la agrovoltaica ofrece soluciones innovadoras y eficientes para enfrentar los desafíos actuales de la agricultura y la energía. Al integrar la producción de alimentos con la generación de energía solar, esta práctica contribuye a la sostenibilidad ambiental y económica en el sector agrícola.