Botrytis cinerea: el impacto del moho gris

El Botrytis cinerea, comúnmente conocido como moho gris, es un hongo patógeno que afecta a diversas especies vegetales. Se caracteriza por formar una capa grisácea en las partes afectadas de las plantas y tiene la capacidad de infectar a una amplia gama de cultivos, lo que lo convierte en una seria amenaza para la agricultura.

Este organismo es especialmente dañino en cultivos de frutas, flores y hortalizas, ya que afecta principalmente a los órganos reproductivos y los tejidos en descomposición de las plantas. El clima húmedo y las temperaturas moderadas favorecen su desarrollo y puede causar importantes pérdidas económicas si no se controla adecuadamente.

¿Cómo afecta el Botrytis cinérea a las especies vegetales?

Se trata de un hongo polífago, lo que significa que tiene un amplio rango de plantas hospedadoras. Entre las especies vegetales más afectadas se incluyen vides, fresas, tomates y cebollas, así como diversas plantas ornamentales como las rosas.

En cultivos de vid, el Botrytis cinerea puede causar la denominada podredumbre gris, una enfermedad que afecta las uvas y puede reducir significativamente la calidad del vino producido. De manera similar, en las fresas, este hongo incide sobre los frutos en su maduración provocando manchas blandas que eventualmente se cubren con una capa de moho gris que los hace inadecuados para su comercialización y consumo.

El hongo también puede infectar a las plantas durante su almacenamiento y transporte, lo que añade otra capa de complejidad en su manejo y control. Las esporas de Botrytis cinerea se propagan fácilmente a través del aire, el agua y el suelo y, de esta manera, pueden infectar rápidamente a plantas cercanas, especialmente en condiciones de alta humedad.


Botrytis cinerea

Principales mecanismos de infección

Botrytis cinerea inicia su ciclo de infección cuando las esporas del hongo caen sobre tejidos vegetales vulnerables como flores, hojas o frutos dañados. Bajo condiciones ambientales favorables (alta humedad y temperaturas de entre 18º C y 22º C), las esporas germinan y penetran en los tejidos, donde empiezan a descomponer las células mediante la producción de enzimas.

Una vez que ha invadido los tejidos, el hongo se alimenta de los nutrientes de las células vegetales causando necrosis y debilitando la planta. El desarrollo del hongo es rápido, especialmente en tejidos que ya presentan algún tipo de daño o estrés. Esta capacidad de atacar tanto a tejidos vivos como en descomposición hace del Botrytis cinerea un enemigo formidable para los agricultores.

Prevención y control del Botrytis cinerea

El manejo efectivo del Botrytis cinerea en la agricultura depende de la implementación de varias estrategias de prevención y control. Estas medidas están orientadas a limitar las condiciones favorables para el desarrollo del hongo y reducir su presencia en el campo y en las plantas almacenadas.

Dado que este hongo prospera en ambientes húmedos, es fundamental reducir los niveles de humedad en los cultivos. En invernaderos, esto se logra mediante la ventilación adecuada para evitar la condensación en las plantas. Además, es importante evitar el riego por aspersión, ya que las gotas de agua sobre las hojas y los frutos facilitan la germinación de las esporas del hongo.

El espaciado adecuado entre las plantas permite una mejor circulación de aire, lo que reduce la humedad en el follaje. La poda de ramas y hojas en exceso también ayuda a minimizar las áreas donde el moho gris podría establecerse. Retirar los residuos de plantas muertas o en descomposición es otra práctica esencial para evitar que el hongo prospere.

El tratamiento químico con fungicidas es una opción común en el manejo del Botrytis cinerea, especialmente en cultivos comerciales de alto valor. Existen fungicidas sistémicos y de contacto que pueden ser aplicados para prevenir la infección y detener su avance en las plantas afectadas. Sin embargo, es importante realizar un manejo responsable de estos productos, rotando los principios activos para evitar la aparición de resistencias en el hongo.

En los últimos años, el uso de agentes biológicos específicos para combatir la Botrytis cinerea ha ganado popularidad. Existen bacterias y hongos antagonistas que pueden competir con el moho gris y reducir su capacidad de infección. Estos agentes biológicos son una alternativa más sostenible y respetuosa con el medio ambiente que el uso intensivo de fungicidas químicos.

El Botrytis cinérea es, en definitiva, una amenaza significativa para la agricultura, especialmente en cultivos como vides, fresas, tomates y plantas ornamentales. Afecta tanto a los tejidos vivos como en descomposición, lo que lo convierte en un patógeno difícil de controlar. Sin embargo, con la implementación de prácticas adecuadas de manejo, como la ventilación, la poda, y el uso de fungicidas o agentes biológicos, es posible minimizar su impacto en los cultivos y evitar pérdidas económicas significativas.


Imagen principal de Gailhampshire.

Imagen central de Stoneboat Vineyards.

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