Como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, el campo es una constante fuente de inspiración para toda clase de historias de ficción, además del escenario que propicia diferentes realidades que pueden ser relatadas en formato audiovisual. Desde que, hace siglos, la vida campesina y rural inspirase géneros tan clásicos como la novela pastoril, la literatura no ha dejado de producir libros sobre el campo y la vida que se desarrolla a su alrededor, que es el centro de toda clase de historias como las que se recomiendan a continuación.
La lluvia amarilla
Este clásico escrito por Julio Llamazares fue publicado en 1988 y, desde entonces, está considerado como una de las más desgarradoras narraciones sobre el despoblamiento y el abandono de pequeños núcleos ubicados en zonas rurales aisladas. El libro se estructura a través del monólogo del último habitante de Ainielle, que recuerda a quienes también moraron ahí y se enfrenta a la soledad en sus últimos días de vida. Pese a que Ainielle sea un pueblo abandonado real que se encuentra en el Pirineo aragonés, la novela fue inspirada por la despoblación de Sarnago, un pequeño enclave soriano.
La vida del pastor
James Rabanks nació en el distrito inglés de Los Lagos y desde que tenía quince años tenía bien claro que quería ser pastor, al igual que su padre y su abuelo. Así, abandonó la escuela para centrarse en su vocación; y aunque más tarde retomó los estudios, esto solo sirvió para volver a dejarlos y reafirmar su decisión. Un buen día comenzó a relatar su día a día por Twitter, y el éxito de su cuenta le llevó a escribir un artículo diario sobre los pormenores de su trabajo. Este libro publicado en 2016 constituye un paso más en su afán de retratista de la vida rural, de la tradición y de las raíces.
Trilogía De sus fatigas
De sus fatigas es una trilogía escrita por John Berger y compuesta por las novelas Puerca tierra (1979), Una vez en Europa (1987) y Lila y Flag (1990). En ellas se habla de la transición del campesinado europeo desde el campo hacia la ciudad, y lo hace poniendo voz a los que se resistieron a ese éxodo, a los que se vieron obligados a acometerlo y a los rezagados que, tal vez, llegaron demasiado tarde a una realidad que ya había arrancado sin contar con ellos. En conjunto, estas tres novelas componen uno de los libros sobre el campo que mejor retratan la condición rural de la Europa del siglo XX.
Cabalero. Un viejo pastor del Pirineo
En palabras de Enrique Satué, su autor, este libro es el resultado de “una larga relación de amistad y aprendizaje entre un pastor tradicional del Alto Aragón y un estudioso de la etnohistoria”. La narración, publicada originalmente en 1996, bucea en la historia y la vida de Antonio Oliván Orús, de Casa Cabalero, en el pueblo oscense de Aso de Sobremonte. Antonio es un pastor con larga experiencia a sus espaldas que aquí se constituye como representante de la larga tradición agrícola y ganadera del Pirineo aragonés y de otras zonas semejantes.
Humo
El escritor José Ovejero publicó a comienzos de 2021 Humo, una novela que transcurre en un entorno rural indeterminado y que habla del aislamiento y de la soledad. Los personajes principales son una mujer, un niño y una gata que conviven prácticamente en silencio en una cabaña en medio del bosque, sin contacto con nadie excepto por la presencia intermitente de un hombre que les trae provisiones. Todo ello se complementa con un ambiente marcado por la presencia de una naturaleza impredecible que, en ocasiones, adquiere matices siniestros y agobiantes.
Estos cinco libros sobre el campo son en conjunto un buen ejemplo de narrativa ambientada en escenarios rurales y basada en las formas de vida tradicionales basadas en la agricultura y la ganadería.
Imagen central de Lina Velasquez.