En los últimos años se ha hablado mucho de los efectos negativos de la aplicación sobredimensionada de fitosanitarios para el control de plagas, enfermedades o malas hierbas. El uso excesivo de estos productos tiene consecuencias que pasan por la contaminación del medio ambiente, la aparición de residuos tóxicos en determinados alimentos o la desaparición de fauna auxiliar. La consecuencia lógica de estas acciones ha sido una mayor adopción de políticas más sostenibles que buscan reducir el impacto medioambiental de determinadas prácticas fuertemente asentadas en el trabajo agrícola. Una de ellas es el llamado control biológico, que busca, en parte, atraer insectos beneficiosos para el control de plagas.
Como ya se ha visto en alguna entrada anterior de este mismo blog, uno de los mayores aliados del agricultor son los insectos beneficiosos, polinizadores o depredadores de potenciales plagas. En muchos casos, estos insectos se encuentran presentes en las plantaciones, pero en otras hay que hacerlos llegar hasta ellas.
El primer paso para atraer insectos beneficiosos debe ser determinar el objetivo que se busca mediante dicha acción. No todas las especies beneficiosas atacan a la misma plaga ni son aptas para sobrevivir en las mismas condiciones naturales. Por eso mismo, siempre hay que tener en cuenta qué plaga potencial se quiere atacar, sobre qué cultivo se va a actuar y qué insectos corresponde atraer. Una vez solucionadas estas cuestiones, será hora de poner en práctica algunas técnicas de atracción como las siguientes.
Cultivar plantas atractivas
Existen especies florales que actúan como fuerte reclamo para multitud de especies de insectos beneficiosos, habitualmente porque estas suponen una fuente de alimento para ellos, ya sea en forma de otros animales o de polen. Por lo general, las plantas aromáticas son un buen reclamo para este tipo de insectos. Algunas de ellas, además, pueden actuar como repelente para determinadas especies dañinas.
No todos los insectos se sienten atraídos por las mismas plantas. Por eso mismo, en primer lugar conviene cerciorarse de qué plantas se quieren utilizar para atraer insectos beneficiosos. Las abejas, avispas y abejorros, por ejemplo, se sienten atraídos por el azafrán, el girasol, la lavanda o el romero, entre otras. Las caléndulas, margaritas, tagetes y rosas son reclamos muy efectivos para las mariposas. La albahaca llamará a varias especies de insectos polinizadores y a chinches depredadores y las mariquitas sienten predilección por especies como el cilantro, el eneldo, el hinojo o el perejil.
Otro aspecto importante en este sentido implica a la flora arvense. Las comúnmente conocidas como malas hierbas pueden servir de refugio para insectos beneficiosos si se mantienen alrededor del cultivo principal. Así, aprender a controlarlas en lugar de eliminarlas definitivamente puede ser una buena idea para contribuir al control de plagas.
Casas y hoteles para atraer insectos beneficiosos
Puede parecer extraño en un primer momento, pero la construcción de estructuras habitacionales dirigidas a determinadas especies de insectos es una práctica muy extendida en la actualidad. El objetivo es que los animales tengan un lugar atractivo donde guarecerse y hacer así de la plantación su lugar habitual de residencia. Muchos agricultores optan por construir ellos mismos estos hoteles, pero un rápido paseo por Internet muestra que también es posible comprar viviendas fabricadas ad hoc para especies de insectos concretas.
Otra práctica más modesta relacionada con estas casas es utilizar piedras, troncos, ramas o tejas para crear hábitats donde los insectos puedan encontrar refugio.
Colocar los insectos
En determinadas ocasiones, los esfuerzos destinados a atraer insectos beneficiosos a una explotación agrícola no surten efecto. Entonces puede optarse por realojarlos directamente en ella. Existen varias formas de hacerlo como, por ejemplo, plantar especies vegetales que alojen huevos, larvas o ejemplares adultos de estas especies. No obstante, también es posible recurrir a la compra legal de ejemplares.
Atraer insectos beneficiosos es una técnica cada vez más común en el mundo agrícola que puede ser de gran ayuda para controlar y prevenir plagas no deseadas.