Un tractor es básicamente un elemento de arrastre que, por norma general, no tiene mucho sentido si no lleva acoplado un elemento a su parte trasera. Para ello, estos vehículos cuentan con enganches que pueden ser de diferentes tipos y a los que se ensamblan las muchas clases de aperos agrícolas que facilitan el trabajo diario en el campo. Pero ahí también se pueden unir otros instrumentos que sirven, esencialmente, para transportar mercancías. Hablamos, por supuesto, de los remolques para tractores.
Como es de esperar, hoy en día existe una amplia y compleja variedad de remolques que sirven como elemento complementario al tractor. Su tipología es muy variada en función del tamaño, forma o peso y volumen que sean capaces de sustentar. Sin embargo, no todos valen para todas las tareas y siempre hay que tener muy en cuenta su objetivo final a la hora de decantarse por uno u otro.
Remolques para tractores según la tarea
Uno de los remolques para tractores más sencillos que existen son los llamados de cartolas. La principal característica de estos modelos es que sus paredes son abatibles o desmontables y, de esta manera, se simplifica mucho la tarea de carga y descarga de material. En la misma línea que estos primeros encontramos los remolques bañera. La diferencia más notable respecto a los anteriores es que sus paredes son fijas, no pueden abatirse. Esta característica dificulta la carga y descarga, pero por otra parte los hace mucho más seguros al reducir notablemente la posibilidad de pérdida de material. Esta mayor eficiencia los hace también apropiados para el transporte de ganado, aunque no sea lo más recomendable.
Los remolques de plataforma son muy indicados para transportar materiales especialmente pesados o voluminosos. Se trata de estructuras ligeras y de baja altura que suelen contar con una rampa para apoyar la carga y descarga de material. Pese a su utilidad, no son indicados para el transporte de materiales delicados o sensibles debido a que su estructura no permite garantizar una carga asegurada al cien por cien.
Para esparcir sobre el campo
Si lo que se busca es un remolque para tractores que sea adecuado para el transporte de sustancias líquidas, lo más adecuado es usar un tanque, cuba o cisterna. Existen diferentes modelos en función de su capacidad. La carga de estos elementos puede hacerse mediante sistemas hidráulicos o por un compresor; estos mecanismos también pueden utilizarse para el proceso de descarga. Las cubas suelen estar provistas de un sistema para esparcir su contenido por el campo. Aunque si lo que se busca es esparcir materiales como compost o purines, lo mejor es recurrir a un remolque esparcidor que cuente con un sistema adaptado para repartir estos productos.
Por último, cabe mencionar un tipo especial de remolques para tractores como son los de vendimia. En esencia, están pensados para poder transportar cajas de uva o de cualquier otra fruta que se recolecte. Su principal diferencia es que su anchura es menor de lo habitual para poder facilitar su manejo y paso entre las plantas del viñedo. Por lo general, son elementos de fácil manejo, carga y descarga.
Estos son los principales tipos de remolques para tractores, un elemento sin duda indispensable para llevar a cabo de manera eficiente el trabajo en cualquier explotación agrícola.
Imagen principal de Phil Roeder.
Imagen central de Peter Mooney.