Los cultivos de cobertura responden a un sistema de base ecológica cuyo principal objetivo es mejorar la fertilidad, el estado y la diversidad del suelo agrícola, así como controlar plagas y malas hierbas. Esta técnica busca aportar nutrientes al suelo mediante la siembra de especies vegetales en una determinada superficie. Estas especies se someten a un crecimiento lo menos controlado posible para que contribuyan a aportar minerales a la tierra, descompactar el suelo y, en general, beneficiar al estado general de la tierra en la que se desarrollan.
Para realizar este tipo de acciones es necesario conocer el tipo de suelo donde se quieren aplicar, así como saber qué especies funcionan mejor en cada terreno. Los cultivos de cobertura pueden estar formados por plantas comestibles o no, aunque lo más habitual es encontrarlos formados por algunas especies como las siguientes, ya sea aisladas o plantadas de manera conjunta.
Trigo sarraceno. Esta especie de rápida floración suele sembrarse entre finales de primavera y comienzos de verano. La planta puede alcanzar un metro de altura y su presencia, además de atraer animales polinizadores, puede contribuir activamente a eliminar las malas hierbas.
Cebada. Muy indicada para su siembra en otoño, la cebada crece rápido aunque no soporta temperaturas de frío extremo por debajo de los cero grados centígrados.
Avena. Al igual que la anterior, la siembra de esta especie es muy común durante el otoño, aunque en climas fríos suele plantarse en primavera. Por lo general, se trata de una planta que no resiste bien las temperaturas gélidas.
Centeno. Esta planta resulta especialmente resistente al frío, por eso su presencia está muy extendida en áreas del norte de Europa. Su siembra suele realizarse durante el otoño.
La siembra de cultivos de cobertura es una manera muy eficiente de mejorar la estructura del suelo, alejar plagas y reducir maleza. Por eso, esta semana hablamos de ellos en nuestro blog.https://t.co/VgTkbBeOHK pic.twitter.com/YoIG5wqZBV
— Repuestos Fuster (@RepuestosFuster) March 27, 2019
Beneficios de los cultivos de cobertura
La aplicación de este tipo de cultivos suele realizarse en busca de un objetivo que siempre pasa por mejorar las características del suelo, alejar y evitar plagas o eliminar malezas.
En primer lugar, los cultivos de cobertura contribuyen a evitar la germinación de maleza al impedir que esta se extienda por el terreno y competir con ella por la luz solar. Al morir o ser arrancados, estos cultivos pueden utilizarse como mantillo para reducir asimismo la cantidad de luz y nutrientes que llegue a las raíces de las malas hierbas. En ocasiones, determinadas especies de cobertura pueden generar componentes químicos que afecten a la maleza; este proceso natural se conoce como alelopatía.
Otro uso muy extendido de los cultivos de cobertura es como forma de alejar plagas. Así, estos pueden emplearse como cultivos trampa para llamar la atención de determinadas especies que podrían afectar a otros terrenos sembrados y, de esta manera, focalizar las posibles plagas fuera del interés principal de una plantación.
Los suelos compactados también pueden mejorarse mediante la aplicación de este abono verde. Las raíces de los cultivos de cobertura perforan y rompen el suelo favoreciendo una mejor circulación del aire y el agua a través de ellos. El terreno, además, se beneficiará de los nutrientes que estas especies le aportarán. Otra ventaja de los cultivos de cobertura es que pueden ayudar a una mejor gestión del agua al frenar la velocidad del riego o la lluvia provocando que las gotas impacten con menos fuerza contra el suelo.
Las especies vegetales plantadas como cobertura han de eliminarse tarde o temprano. Al hacerlo, estas pueden utilizarse como mantillo para cerrar el ciclo de regeneración del suelo mediante el aprovechamiento de los nutrientes que la descomposición de los mismos aportará al terreno.
Los cultivos de cobertura, en definitiva, constituyen una muy buena manera de mejorar la salud del suelo y los sembrados de manera natural, pudiendo así reservar la maquinaria, los vehículos y los recambios de tractores para otras tareas.