El cultivo de algas ha ido posicionándose con el paso de los años como una práctica cada vez más frecuente dentro de la industria alimentaria actual. Poco a poco, lo de meterse un vegetal marino en la boca va dejando se ser considerado como algo propio de excéntricos foodies o amantes de las vertientes más exóticas de la gastronomía. Aún así, todavía queda mucho camino por recorrer hasta la completa inserción de las algas en el imaginario culinario occidental.
Claves y beneficios del cultivo de algas
El cultivo de algas, también conocido como algicultura, es el proceso de cultivo supervisado de algas marinas o microalgas en condiciones específicas. Este puede realizarse en estanques, tanques o incluso en entornos marinos controlados con el objetivo de producir algas de alta calidad para diversos usos, incluyendo, por descontado, la alimentación.
El cultivo de algas presenta una serie de significativos beneficios significativos entre los que podemos mencionar, en primer lugar, la sostenibilidad ambiental. Las algas son altamente eficientes en la captura de dióxido de carbono, y de esta manera contribuyen a la mitigación del cambio climático y la mejora de la calidad del agua.
Las algas, además, presentan una alta productividad y pueden crecer rápidamente y en grandes cantidades, lo que las convierte en una fuente sostenible y escalable de alimento. Además, al hilo de todo esto, pueden presumir de un alto valor nutricional; son una excelente fuente de nutrientes que incluye proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales como el omega-3.
Las algas y sus aplicaciones en la gastronomía
Las algas se utilizan cada vez más en la cocina debido a su versatilidad y sabor único. Desde sushi con nori hasta ensaladas con wakame, estas agregan profundidad de sabor y textura a una cada vez mayor variedad de platos. Pero no solo eso, además, los extractos de algas se utilizan en la producción de suplementos nutricionales debido a su alto contenido de nutrientes esenciales. Estos suplementos son especialmente populares entre aquellos que buscan una fuente natural de vitaminas y minerales.
Debido a su uso no tan extendido (al menos en determinadas partes del globo), la industria alimentaria está experimentando con ellas como ingredientes innovadores en productos como pasta, pan, salsas y helados. Esto, en última instancia, genera una serie de alternativas sostenibles y nutritivas a los ingredientes tradicionales.
Tendencias actuales y futuras
El consumo y cultivo de algas continúa creciendo en popularidad y se espera que siga siendo así en el futuro. En este sentido, los chefs y fabricantes de alimentos exploran nuevas formas de incorporarlas en sus creaciones mediante procesos que impulsan la innovación en la gastronomía al mismo tiempo que promueven prácticas alimentarias más sostenibles.
En conclusión, el cultivo de algas representa una atractiva oportunidad para mejorar la sostenibilidad en la industria alimentaria mientras se exploran nuevos sabores y texturas en la cocina. A medida que más personas descubren los beneficios nutricionales y culinarios de las algas, es probable que su presencia en la gastronomía continúe expandiéndose y, quién sabe, tal vez dentro de unos años estas sean una parte esencial en la lista de la compra semanal.
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Imagen central de Ken Hawkins.