¿Cómo será el tractor del futuro?

Antes de comenzar, conviene aclarar que este artículo no tiene una temática de ciencia ficción. El futuro al que se refiere el título puede proyectarse fácilmente a unos cinco años a partir del día de hoy. Sin embargo, la gran mayoría de innovaciones técnicas que darán como resultado a ese tractor del futuro ya están desarrolladas y su aplicación en el campo es una realidad tangible. Así, en muchos casos, el tractor del futuro es ya el tractor del presente.

Desde hace un tiempo, algunos conceptos como automatización, dron, mapeo o precisión se han vuelto habituales en determinados sectores del mundo agrícola. Esto es una señal más de que la revolución tecnológica ha alcanzado al campo y su intención es asentarse primero y desarrollarse después. El uso de drones, por ejemplo, está más que extendido en una gran cantidad de explotaciones que los utilizan para llevar a cabo tareas de riego, detección y control de plagas, mapeo o fumigación, por citar algunas. Al mismo tiempo, las aplicaciones y programas informáticos al servicio del agricultor han ido provocando un cambio lento pero progresivo en muchos de los paradigmas del modelo agrícola. El tractor, tal vez el principal instrumento de trabajo campesino, no se ha quedado fuera de este baño tecnológico.

El despertar del tractor del futuro

Los primeros pasos en este sentido se dieron con la aparición de prototipos eléctricos o mixtos, pero pronto comenzaron a desarrollarse otros modelos que, mediante una mayor autonomía, comenzaron a prescindir del trabajo directo humano en la conducción y manejo del tractor. Nacen así los tractores autónomos, que se valen de cámaras, sensores, radares y GPS para realizar por sí mismos el trabajo necesario. Estos primeros modelos son los que están marcando el camino hacia el tractor del futuro.

Parece ser que la tendencia de aquí a unos años es lograr que los vehículos agrícolas funciones de manera cada vez más autónoma. En algunos casos estos pueden ser completamente autónomos, mientras que en otros el trabajo puede compaginarse mediante modelos mixtos que permitan, por poner un caso, el manejo humano durante unas horas del día y la conducción automática durante el resto del día. Porque la realidad es que los tractores autónomos no se cansarán, ni estarán sujetos a horarios o restricciones climáticas; podrán desarrollar su labor durante todo el día, ya llueva, truene o nieve.

¿Cuál será el nuevo papel del agricultor?

Pero hay que tener bien claro que autónomo no significa independiente. La figura del agricultor no va a desaparecer con la llegada de este tractor del futuro, pero su labor puede verse relegada a labores de control, gestión o planificación. Los tractores autónomos estarán conectados a aplicaciones o programas informáticos desde los que se deberá marcar su recorrido, ordenar sus tareas y, en definitiva, establecer todos los parámetros de su trabajo. El agricultor seguirá siendo así la principal figura del trabajo agrícola.

Defensores y detractores

Por supuesto, el tractor del futuro genera opiniones encontradas entre defensores y detractores. Los primeros hablan de agricultura de precisión, de sistemas de auto guiado y de auto aprendizaje; se destacan ventajas como la maximización del trabajo que permitirá al profesional desarrollar otras labores de gestión, la disminución de errores, la toma de decisiones más eficiente o la optimización general del trabajo.

En la otra cara de la moneda, los detractores de los sistemas autónomos hablan de la reducción de mano de obra que supondría su aplicación masiva, de que estos modelos no son aptos para todos los bolsillos ni para todas las explotaciones y de que, en general, se está delegando la toma de decisiones en máquinas que, si bien son sumamente eficientes, no están exentas de sufrir errores.

El debate sobre el tractor del futuro ya está abierto al mismo tiempo que este se desarrolla a grandes pasos. Por el momento, algunos fabricantes como Case IH, John Deere, Massey Ferguson, New Holland, Valtra, Kubota o Steyr ya han presentado modelos o prototipos en los que plasman su idea del mañana agrícola.