Del trigo sarraceno se dice que es una planta mentirosa porque ni es trigo ni su origen es sarraceno. Aún así, en los últimos años se ha convertido en uno de los cultivos de moda debido a sus excelentes cualidades, que lo han convertido en una sólida alternativa para celíacos y aquellos que buscan nuevos horizontes nutricionales.
Cómo es el trigo sarraceno
El origen del trigo sarraceno, también conocido como alforfón, está localizado en Asia central, donde se cultiva desde hace unos 7000 años. Su extensión a Europa data del siglo XVI. Pese a que la palabra trigo esté incluida en su nombre, esta planta es una poligonácea y, como tal, nada tiene que ver con los cereales ni con el trigo. Este hecho hace que su contenido en gluten sea nulo, factor que ha sido una de las principales razones de su creciente mercado. Otro de los factores que han propiciado su fama es su alta carga proteica, que alcanza niveles de entre el 10 % y el 13 %. Su precio, eso sí, es notablemente superior al de otros productos similares como el propio trigo.
Su planta presenta un tallo alto, articulado y hueco que puede alcanzar alturas de entre veinte y setenta centímetros. Sus flores son pequeñas, blancas o rosas y se agrupan en pequeños conjuntos. Se trata de una planta de esencia rústica, resistente a muchos tipos de suelo y que precisa pocas exigencias nutricionales, por lo que su cultivo es relativamente sencillo. Además, su ciclo es muy corto (de unos dos meses en caso de abono verde o alimento para ganado y de entre dos y cuatro meses si el objetivo es el consumo humano).
El cultivo de trigo sarraceno
Como se ha comentado, el trigo sarraceno se adapta bien a diferentes tipos de suelos, pero no soporta bien los suelos muy compactados. En general, también es sensible a los climas fríos. Por otra parte, su rudeza hace que no requiera muchos aditivos de carácter fitosanitario y su rápido crecimiento lo hace muy útil para combatir las malas hierbas. La siembra recomendada es de entre cincuenta y setenta kilos por hectárea. En España su cultivo se ha extendido notablemente durante los últimos años; algunas de las comunidades autónomas donde está más presente son Aragón, Cataluña, Navarra y Castilla-La Mancha.
Una planta con múltiples usos
En cuanto a su uso, el trigo sarraceno es una planta versátil que puede utilizarse en diferentes ámbitos y en varios formatos. Por un lado, es muy habitual su reducción a harina para la elaboración de panes, pasta o repostería. En este sentido, la ausencia absoluta de gluten hace de estos productos algo muy demandado ente celíacos y gente que no quiere consumir esta proteína; esta es una de las principales razones de su creciente mercado.
En cuanto a su consumo en forma de grano, el trigo sarraceno puede utilizarse para alimentar animales o, una vez hervido, como una alternativa a otros cereales más habituales como el arroz. Como anécdota, su uso también está muy extendido en determinadas variantes de la medicina natural y, en Japón, todavía es frecuente emplear su cáscara para el relleno de almohadas.
Imagen principal de Ervins Strauhmanis.
Imagen central de Renne Grayson.