La Ley de Agricultura Familiar es una iniciativa del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) para fortalecer el modelo de explotación agrícola familiar en España. Esta ley, que busca impulsar la actividad agraria en las zonas rurales, es fundamental para garantizar el desarrollo socioeconómico y medioambiental del sector agrícola. Su primera versión fue promulgada en 1995 bajo la Ley 19/1995 de Modernización de Explotaciones Agrarias, pero ahora se encuentra en un proceso de reforma debido a los retos actuales del sector.
La necesidad de actualizar el texto responde principalmente a las transformaciones de un sector agroalimentario que enfrenta desafíos como el relevo generacional y la sostenibilidad económica y ambiental. En este contexto, el ministerio ha lanzado una consulta pública para recabar la opinión de diversas entidades antes de redactar el texto definitivo de la nueva ley. Este proceso busca asegurar que la ley contemple todas las perspectivas del sector y se adapte a las realidades actuales.
Compromiso con el futuro del sector agroalimentario
Según el ministro Luis Planas, este proyecto se considera como un compromiso de absoluta importancia, ya que la agricultura familiar desempeña un papel crucial en la lucha contra el despoblamiento rural. Su capacidad para generar empleo, especialmente para jóvenes y mujeres, y su impacto ambiental positivo, refuerzan la cohesión social y territorial en las zonas rurales.
En cuanto a los aspectos concretos de la reforma, se prevé un conjunto de medidas que prioricen a las explotaciones familiares en las ayudas nacionales y de la PAC. También se busca facilitar el acceso a la titularidad de explotaciones, la financiación, y la incorporación de nuevas tecnologías. Además, uno de los elementos clave de la reforma será el fomento del relevo generacional, ya que, según el censo agrario de 2020, el 41 % de los jefes de explotación tienen más de 65 años.

Nuevos desafíos para una nueva Ley de Agricultura Familiar
La agricultura familiar enfrenta varios desafíos como el aumento de la competitividad en los mercados internacionales o la adaptación a los efectos del cambio climático. A pesar de las dificultades, las explotaciones familiares son más sostenibles a nivel social y ambiental, pero a menudo carecen de los recursos para adoptar las nuevas tecnologías y mejorar sus infraestructuras.
La reforma de la Ley de Agricultura Familiar tiene como objetivo superar estos obstáculos y asegurar que las explotaciones familiares puedan acceder a los recursos necesarios para modernizarse y mejorar su eficiencia. Se incorporarán medidas que faciliten la digitalización, la innovación y el acceso a nuevos conocimientos y técnicas agrícolas.
El futuro de la agricultura familiar
Esta reforma podría ser fundamental para mejorar la competitividad y la sostenibilidad del sector agrario español. También permitiría abordar problemas como la dispersión normativa y el solapamiento de categorías jurídicas que dificultan la implementación de políticas agrarias. Con el respaldo de la Unión Europea y la Organización de Naciones Unidas, que apoyan el modelo de agricultura familiar, la nueva ley se proyecta como una herramienta clave para la modernización del sector.
Imagen principal de Markel 2007.
Imagen central de FPV Tandil.