Ya lo sabemos, no es la primera vez que tratamos este tema en nuestro blog. Pero es que la lengua española es tan rica en expresiones populares que, siendo esta ya la cuarta, podríamos escribir un buen número de entradas relacionadas con dichos del refranero que tienen su origen en el mundo del campo; en la agricultura, la ganadería e incluso la caza. Así que si la primera, la segunda y la tercera parte de esta serie te parecieron poco, aquí te traemos una nueva que, esperamos, no sea la última.
Levantar la perdiz
Si alguno practicáis caza menor, probablemente sabréis que para cazar perdices se emplea una técnica consistente en enviar a un perro amaestrado entre los pastizales para espantar a la aves y que estas, alarmadas, traten de huir. Ese momento en que la perdiz emprende el vuelo en sentido ascendente y a baja velocidad, es aprovechado por el cazador para intentar hacer diana.
Por eso esta expresión es sinónima de revelar algo que estaba escondido, y cuando queremos que una confidencia continúe siéndolo solemos pedir que no se levante la perdiz.
Hacer las cosas a voleo
Cuando alguien actúa a voleo se presupone que lo hace de forma desordenada, sin criterio y dejándolo todo en manos del destino. Pues bien, esta expresión tiene su origen en la agricultura, en concreto en la costumbre que tienen algunos campesinos de sembrar sus campos arrojando las semillas al aire para que estas caigan donde bien les plazca. Esta acción, conocida como volear, es totalmente opuesta a la siembra ordenada, esa que escoge las semillas y estas se entierran de manera preestablecida, obedeciendo a una planificación previa. Por eso, el voleo se asocia a acciones no planificadas, improvisadas.
Este tío no es trigo limpio
“Ten cuidado con Carlos, que no es trigo limpio”. Si nos dicen algo así, ya sabemos que con Carlos hay que andar de puntillas. Así, la expresión “no ser trigo limpio” define a personas o cosas que no son de fiar, que probablemente esconden algo, que tienen un reverso oscuro o que no son tal y como se muestran en público.
Este dicho popular tiene su origen en la compra venta de trigo, ya que no es lo mismo adquirir cereal húmedo y sucio que seco y limpio. Un trigo sucio no puede utilizarse directamente, antes hay que asearlo y secarlo, por lo que generalmente su precio será menor en el mercado. Si nos ofrecen trigo sucio por limpio, estaremos pagando más de lo que merece y, además, nos estarán ocultando la verdadera naturaleza y estado del producto.
Cambiar las tornas
Si en un momento dado cambian las tornas es porque los acontecimientos han dado un vuelco radical, un giro de ciento ochenta grados que redefine completamente cualquier situación. “No iba a salir, pero han cambiado las tornas y llevo tres días sin aparecer por casa”; a quién no le ha pasado.
En determinadas áreas geográficas, las tornas son los surcos que se excavan en los huertos y cultivos para conducir por ellos el agua de riego. Estos suelen trazarse en línea recta y cuando llegan al límite del terreno, a una pared, por ejemplo, lo que se hace es cambiar la dirección mediante una curva cerrada para que el agua pueda seguir circulando por una vía paralela a la anterior. Así, cuando se cambia una torna, se produce un giro que cambia por completo la dirección del riego.
Y así, sin cambiar demasiado la torna ni mucho menos haciéndolo a voleo, damos por concluida esta nueva entrega de nuestro repaso a las expresiones populares que tienen su origen en el campo. No queremos levantar la perdiz, pero es posible que haya nuevas ediciones. Que no se diga que no somos trigo limpio.
Imagen principal de Tamara Polajnar.
Imagen perdiz de Natural England.
Imagen huerto de Ayuntamiento de Soria.
Muy bueno, a donde se puede obtener el link de las publicaciones anteriores?
Hola, Lucía. Gracias por tu comentario. Puedes acceder a las tres publicaciones anteriores desde el primer párrafo de esta, pinchando sobre «primera», «segunda» y «tercera».