En anteriores entradas de este mismo blog ya se ha hablado de plagas, de cómo identificarlas y controlarlas y de cuáles son sus principales agentes propagadores. Los insectos, en sus diversas especies y grados de afectación, son unos los protagonistas más reconocibles de los males que pueden afligir a una plantación. Sin embargo, no todos ellos son perjudiciales y existen especies que pueden resultar de gran ayuda para combatir posibles plagas o favorecer la biodiversidad y salud de las plantas. Algunos de estos insectos beneficiosos suelen estar presentes de manera natural en la mayoría de explotaciones agrícolas y son perfectamente reconocibles para muchos de nosotros.
Por norma general, existen dos clases de insectos beneficiosos. Los primeros de ellos colaboran de manera natural con el control de plagas, ya sea alimentándose de larvas y ejemplares adultos de especies dañinas o actuando como parásitos de las mismas. La segunda clase responde a los insectos polinizadores, aquellos que favorecen la fertilización de las plantas. Ambos tipos, cada uno a su manera, pueden ser magníficos aliados del agricultor y contribuir, junto a otras técnicas sostenibles y el uso de maquinaria equipada con buenos recambios para tractores, al desarrollo eficiente de su trabajo.
La atracción de estas especies a huertos y explotaciones de mayor tamaño es una técnica sostenible y económica cada vez más extendida que puede aportar numerosos beneficios. Además de su colaboración en el control de plagas y la polinización, estos insectos no se alimentan de los cultivos, por lo que no resultan dañinos para ellos. Su presencia no supone gastos adicionales de mantenimiento y, si esta es lo suficientemente elevada, puede conllevar un singular ahorro en fertilizantes y pesticidas. Como ya se ha comentado anteriormente, muchos de estos insectos beneficiosos se encuentran de manera natural en numerosos plantaciones. No obstante, su presencia no siempre es suficiente y muchos agricultores están comenzando a adoptar políticas tendentes a aumentar su presencia en sus terrenos. Esta técnica, por otra parte, es de carácter más bien preventivo, por lo que su efectividad no está garantizada en casos donde las plagas sean ya una realidad.
Algunos insectos como esta mantis de la foto pueden ser muy buenos aliados del agricultor. Esta semana hablamos de ellos en nuestro blog. ??https://t.co/0SFMqAs3C6 pic.twitter.com/7tltBIQjw0
— Repuestos Fuster (@RepuestosFuster) May 8, 2019
Algunas especies de insectos beneficiosos.
Mariquitas
Actualmente existen más de 4000 especies diferentes de mariquitas y la mayoría de ellas son depredadoras de insectos como pulgones, moscas blancas, arañas rojas o polillas. Su presencia es muy habitual en muchos espacios de nuestro país.
Crisopas
Se trata de un animal de tamaño pequeño y color verdoso que presenta un cuerpo alargado, con antenas y alas grandes y transparentes. Es especialmente atraído por las flores y en su dieta aparecen otros insectos como trips, ácaros o cochinillas.
Mantis religiosas
Dentro del mundo de los insectos, este es uno de los depredadores más reconocibles. En su edad adulta la mantis religiosa es un animal de entre 4 y 7 centímetros, rápido y ágil. Entre sus presas se encuentran otros insectos beneficiosos, pero también se alimenta de escarabajos, orugas, polillas y diferentes tipos de larvas.
Avispas
Entre las diferentes especies de avispas las hay polinizadoras, depredadoras de larvas o huevos y parasitoides. Estas últimas suelen infectar a otros insectos con sus huevos de manera que las larvas se desarrollan en el interior o alrededor del ejemplar parasitado, alimentándose de él. Moscas blancas, trips o pulgones son algunas de sus víctimas.
Chinches
Algunas especies de chinches como el pirata o el escudo se alimentan de ácaros, pulgones, mosca blanca y huevos o larvas de diferentes especies. Generalmente, los chinches están provistos de un estilete por el que absorben a sus presas.
Escarabajos
Al igual que sucede en el caso anterior, existen numerosas especies de escarabajos depredadores que se alimentan de larvas y ejemplares adultos de ácaros e insectos como la mosca blanca o el pulgón.
Abejas y otras especies polinizadoras
Estos insectos se alimentan de néctar y transportan, adherido a su cuerpo, el polen de flor en flor. De esta manera favorecen la biodiversidad y la supervivencia de múltiples especies de plantas. Aunque su cara más visible son las abejas, existen multitud de insectos polinizadores como las mariposas, determinadas avispas o los abejorros.
Los insectos beneficiosos son en definitiva unos importantes aliados a tener en cuenta tanto en huertos de pequeño y mediano tamaño como en explotaciones agrícolas mayores. Su presencia resulta necesaria para asegurar la buena salud de cualquier plantación y, por eso, conviene saber identificarlos y conocer sus diferentes funciones.