Pese a que su presencia se ha vuelto más evidente en los últimos tiempos, la norma ISO 11783, generalmente conocida como ISOBUS, tiene sus orígenes en los años 90 del pasado siglo XX. Su principal objetivo es estandarizar y facilitar la comunicación entre el tractor y los aperos. Mediante ella, se busca sustituir las soluciones informáticas propias de cada fabricante por un modelo universal que elimine la incompatibilidad en la comunicación entre diferentes sistemas. Así, e independientemente de la marca del tractor empleado o de los recambios agrícolas que se instalen en él, desde un solo terminal podrían controlarse todos los mecanismos y aperos de trabajo.
¿Cómo funciona ISOBUS?
La revolución tecnológica y la adopción de novedosas técnicas de trabajo agrícola han sido algunos de los responsables de su extenso reconocimiento. ISOBUS, en última instancia, busca una plena compatibilidad entre los diferentes componentes del trabajo agrícola. Su éxito radica en su capacidad para operar de manera totalmente libre; sin tener en cuenta marcas o modelos. El resultado final es una completa estandarización de la comunicación entre el tractor y los distintos implementos agrícolas.
Las labores que se realizan desde un mismo vehículo son muchas y dependen de elementos bien diferenciados. A falta de un sistema como este, cada apero que se enganchase a un tractor necesitaría de un terminal específico; la principal ventaja de ISOBUS radica en atajar completamente este inconveniente de manera sencilla.
Un sistema de comunicación universal
Con ISOBUS no se requiere un sistema de control específico para cada labor, por lo que el trabajo se vuelve más eficiente y menos costoso. Desde un solo terminal de fácil instalación, la cabina del tractor se convierte en un centro de mandos desde donde se pueden controlar todas las funciones del trabajo agrícola. Además, ISOBUS permite realizar mediciones, recopilar datos o controlar a distancia algunos elementos externos al tractor mediante sistemas como el GPS. Su manejo es, por norma general, muy sencillo e intuitivo.
El sistema ISOBUS queda integrado de manera sencilla en una sola pantalla desde la que se manejan diferentes componentes y se facilita además la recopilación de datos. La posibilidad de sincronizarse directamente con un sistema informático externo, hace que estos datos puedan centralizarse y servir de ayuda en una toma de decisiones orientada a rentabilizar el trabajo reduciendo costes y esfuerzo. En la práctica, contar con sistemas compatibles con ISOBUS es como tener un ordenador de a bordo instalado en el tractor.
Cada día, más marcas utilizan ISOBUS
Esta norma está siendo cumplida por la mayoría de fabricantes de tractores y aperos. Marcas como New Holland, John Deere, Case-IH o Fendt, entre muchas otras, ya hace tiempo que integran sistemas compatibles con ISOBUS en sus nuevos modelos. Las razones de su rápida generalización son obvias y tienen que ver tanto con aspectos económicos como de adecuación a los tiempos que corren. La agricultura está cada vez más asociada a la tecnología punta, y un sistema como ISOBUS parece de lógica aplicación en la coyuntura actual. Además, aquellos que no cumplan esta normativa comienzan a correr un grave riesgo de incompatibilidad con el resto de marcas y sistemas que sí la cumplan. Quedarse atrás no parece una buena opción, dadas las circunstancias.