Los primeros relatos de algo parecido a agricultura en la antigua China hay que buscarlos en plena era pre-agrícola, durante el Paleolítico. Diferentes estudios de herramientas confeccionadas en piedra demuestran que estas también eran utilizadas para la recolección de plantas, aunque todavía no se cultivaba ninguna especie. Cuando la agricultura aparece como tal, determinadas especies como el mijo o el arroz comienzan a ser sembrados y, poco a poco, el trabajo de la tierra comienza a desarrollarse por determinadas áreas de la antigua China.
El arroz fue siempre uno de los cultivos principales, documentado desde hace más de 7700 años en el yacimiento de Kuahuqiao, el primer emplazamiento neolítico conocido en China. Como decíamos, la agricultura sufrió una constante evolución y ya en el periodo histórico de Primaveras y Otoños, que se desarrolló entre los siglos VII y IV antes de Cristo, se dieron importantes avances como la extensión de las herramientas de hierro fundido, el uso de animales como bestias de tiro de arados y otros aperos agrícolas o el aprovechamiento hídrico a gran escala.
Agricultura en la antigua China, en constante evolución
En este sentido, los sistemas de irrigación fueron sumamente importantes durante al antigüedad china y destaca la labor de algunas figuras como los ingenieros Sunshu Ao y Ximen Bao, que desarrollaron su labor en los siglos VI antes de Cristo y V antes de Cristo respectivamente. Uno de los más significativos avances en la historia de la agricultura en la antigua China se dio durante el periodo de los Reinos Combatientes. Se trata del sistema de irrigación de Dujiangyan, una impresionante obra de ingeniería proyectada durante el siglo III antes de Cristo por el gobernador Li Bing y su hijo Er Lang. El objetivo de esta obra fue evitar las inundaciones provocadas por el río Min mediante un canal de derivación que condujese el agua del río hacia la planicie de Chengdu. En el año 2000, este sistema fue declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Conforme la Antigüedad va dejando paso a la Edad Media, las innovaciones agrícolas se suceden en todo el territorio chino. El siglo I antes de Cristo trae consigo grandes avances tecnológicos como, por ejemplo, el martillo de manipulación hidráulico, una herramienta que fue de gran utilidad a la hora de machacar y pulir el gramo. Otro elemento sumamente interesante fue la bomba de cadena, que podía ser movida por bueyes o mediante una rueda hidráulica y cuyo cometido principal fue el de suministrar agua a las tuberías de palacios o determinadas ciudades. Sin embargo, su uso también fue muy extendido en el mundo agrícola, especialmente para conducir el agua de los ríos hacia los canales de irrigación que podían encontrarse alejados o a alturas superiores de sus fuentes de suministro.
Hacia la Edad Media
La mayor estabilidad política de los siguientes siglos favoreció la extensión de prácticas agrícolas por toda china y la consiguiente conquista de nuevos terrenos agrícolas. Algunos cultivos como el arroz comenzaron a ganar importancia y a distinguirse como una de las principales fuentes de riqueza. La sociedad china poco a poco comenzaba a transformarse en una sociedad feudal unificada bajo criterios medievales y la agricultura pasó a consolidarse como la principal actividad económica. Estos nuevos esquemas sociales provocaron la asunción de nuevos implementos tecnológicos y la llegada de elementos como el arado de moldes o el molino de agua, a la vez que nuevos cultivos como el algodón marcaban el paso a un nuevo nivel en la agricultura china.