Dentro de las prácticas vinculadas a las corrientes más ecológicas u orgánicas de la agricultura, la asociación de cultivos es una de las que gozan de mayor popularidad. Esta técnica consiste en cultivar diferentes especies en un mismo suelo con el fin de provocar relaciones simbióticas entre ellas. De esta manera se obtienen importantes beneficios relacionados con un mejor aprovechamiento de nutrientes, un control, de plagas más eficiente o una mayor productividad en los cultivos.
Aunque la asociación de cultivos goza de una gran popularidad desde la década de los años setenta del pasado siglo XX, la realidad es que esta práctica ha sido desarrollada durante siglos por diferentes culturas. En la China antigua ya se asociaba el cultivo de arroz con el del helecho mosquito. Este último, entre otras cosas, aportaba importantes cantidades de nitrógeno al suelo que resultaban beneficiosas para las plantas de arroz.
Otro buen ejemplo es el de algunos pueblos americanos que, ya en época precolombina, llevaban a cabo lo que hoy en día se conoce como “Las tres hermanas”. Esta técnica consiste en plantar de manera conjunta maíz, judías y calabaza. El tallo del maíz aporta un soporte por el que la planta de la judía puede trepar, esta favorece la aparición de diferentes nutrientes y, por último, las hojas de la calabaza se extienden por el suelo protegiendo a las semillas, generando sombra y reteniendo la humedad. Esta técnica sigue practicándose hoy en día y constituye uno de los mejores ejemplos de la efectividad de la asociación de cultivos.
Beneficios de la asociación de cultivos
Entre los diferentes beneficios que la asociación de cultivos lleva implícitos, podemos destacar los siguientes.
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Algunas asociaciones pueden favorecer la interacción entre las plantas. Un buen ejemplo es el tallo alto de determinadas especies que, como ya hemos visto, puede servir de apoyo para el desarrollo de plantas trepadoras.
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Especies como las leguminosas contribuyen a fijar una mayor cantidad de nitrógeno en el suelo que puede ser aprovechado por otras plantas cultivadas junto a ellas.
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Hay plantas que pueden hacer funciones de cortavientos o dar sombra a otras que se sitúen por debajo de ellas.
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Sembrar plantas que generen una elevada cantidad de polen o néctar puede atraer a insectos beneficiosos que actúen como depredadores frente a posibles plagas.
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La asociación de cultivos puede ser muy efectiva a la hora de frenar el avance de plagas debido a que estas suelen extenderse entre plantas de una misma especie.
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La presencia de algunas especies vegetales puede atraer determinadas plagas hacia ellas alejándolas así de los cultivos principales. Esta tipo de asociación es muy frecuente y se denomina cultivo trampa.
Consejos para una eficiente asociación de cultivos
Para que la asociación de cultivos sea realmente efectiva conviene tener en cuenta algunas pautas previas.
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En primer lugar, conviene conocer la complementariedad de las plantas a cultivar para evitar asociaciones perjudiciales. En este sentido, también hay que tener en cuenta que determinadas especies resultan indiferentes entre sí y ni se benefician ni se perjudican.
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También es fundamental conocer las necesidades de las diferentes plantas que se vayan a cultivar. Así, por ejemplo, nunca es recomendable asociar plantas de la misma familia.
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Una buena técnica de aprovechamiento del suelo consiste en asociar especies con diferentes velocidades de crecimiento. De esta manera, puede recogerse una de ellas mientras la otra todavía está creciendo.
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Las plantas aromáticas resultan muy eficientes a la hora de repeler y alejar posibles plagas.
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El cultivo de plantas que aporten nitrógeno y otros elementos al suelo es muy recomendable junto a otras especies que destaquen por un mayor consumo de nutrientes.
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Por último, hay que procurar que nuestra maquinaria esté en buen estado y se tenga acceso a buenos repuestos y recambios agrícolas ya que, de lo contrario, podemos perjudicar notablemente al suelo y comprometer seriamente la efectividad del cultivo.
La asociación de cultivos es, en definitiva, una técnica que puede contribuir de manera altamente eficiente al desarrollo y salud de los cultivos.