La batería, esa gran conocida

Si existe un elemento que la gran mayoría de conductores son capaces de identificar a primera vista, independientemente de que conozcan o no los pormenores de su funcionamiento, ese es con toda probabilidad la batería; una de esas piezas fundamentales para la correcta actividad de cualquier vehículo a motor, ya sea un coche, una moto o un tractor.

La batería es básicamente una pila, una fuente de energía que permite al vehículo realizar sus funciones básicas. Por lo general, estas están formadas por una o varias celdas que albergan electrodos positivos, o ánodos, y electrodos negativos, o cátodos. Al mismo tiempo, contienen electrolitos que permiten que la corriente fluya y se alimente así el circuito eléctrico.

Orígenes y evolución de la batería

Para conocer el origen de las baterías actuales hay que remontarse hasta el año 1800, cuando Alessandro Volta inventa y patenta la pila que lleva por nombre su apellido. Durante el siglo XIX fueron muchos los modelos que surgieron a partir de este primero, pero no fue hasta 1899 cuando se da un paso realmente relevante al aparecer, por obra de Waldemar Junger, el acumulador de niquel-cadmio, una batería recargable con electrolitos de estos dos elementos. A partir de este modelo se crean otros entre los que destaca el de niquel-hierro, que todavía es empleado en la actualidad. Otro paso importante se da en 1912, cuando comienza a experimentarse con baterías de litio. Sin embargo, estas no comenzarán a comercializarse libremente hasta la década de los años setenta. Su hermana mayor, la batería de iones de litio, nace durante los años ochenta del siglo XX.

Así, en la actualidad es fácil encontrar diferentes tipos de baterías. Las de iones de litio (Li-ion) son muy populares dada su gran capacidad de almacenamiento, pero estas son más habituales en dispositivos como teléfonos móviles, tablets o libros digitales. Otros modelos de batería, más comunes en vehículos a motor, son las de plomo ácido, niquel-hierro, niquel-cadmio o niquel-hidruro metálico.


batería


¿Cuánto puede durar la batería de un tractor?

Por norma general la vida útil de la batería de un tractor puede situarse entre los 3 y 5 años de actividad continuada. Por supuesto, esto no es un dato absoluto y su rendimiento final dependerá de múltiples factores como el uso que se le dé al vehículo o el mantenimiento del mismo.

Existen, eso sí, varios trucos que pueden ser de utilidad para prolongar la vida de la batería de un tractor.

  • Durante el arranque es cuando más trabaja la batería, por lo que evitar trayectos cortos e innecesarios es una buena manera de alargar su vida. Del mismo modo, arrancar mientras se pisa el embrague hace que la batería se centre solo en el motor, por lo que también es una pequeña manera de contribuir a su longevidad.

  • Las baterías sufren en temperaturas extremas, ya sean de calor o frío. Por eso mismo, los estacionamientos prolongados en temperaturas que excedan los 30° o sean inferiores a 5° tampoco son recomendables.

  • Los elementos eléctricos pueden contribuir a sobre explotar la batería. Si hay muchos sistemas conectados al mismo tiempo mientras el motor está en marcha, estos pueden hacer que el alternador supere su capacidad de trabajo y tenga que recurrir a pedir ayuda a la batería.

  • Continuando con el punto anterior, mantener encendidos los sistemas eléctricos mientras el motor está parado también es una manera muy eficiente de reducir la vida útil de una batería.

La batería es, en definitiva, uno de los elementos más importantes en un tractor y mantenerla en buen estado de salud puede marcar la diferencia entre un tractor eficiente y uno que no responda de manera adecuada.

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