Hoy en día resulta casi imposible imaginar la vida cotidiana desligada de las llamadas nuevas tecnologías. Cualquier campo de actividad profesional está en mayor o menor medida influenciado por lo digital y, en este sentido, los cambios se suceden de manera cada vez más rápida. El modo de ver los negocios, la economía e incluso las relaciones interprofesionales pasa necesariamente por el contacto directo con nuevas aplicaciones y software. La agricultura, por supuesto, no es una excepción a todo esto.
La aplicación de las nuevas tecnologías en la agricultura está llamada a provocar un cambio completo en el modo de entender el trabajo en el sector, un cambio que afectará a todos los eslabones de la cadena productiva, desde la siembra hasta el consumidor final.
Como ya se puede ver desde hace un tiempo, la clave de este movimiento reside en los datos. El Big Data es la capacidad de extraer y analizar grandes cantidades de datos para obtener información de utilidad. De esta manera, la tecnología es capaz de evolucionar y de ofrecer soluciones que cada vez se ajustan más a las necesidades de un sector o de un individuo. Las nuevas tecnologías pueden así apoyar y mejorar el sector, pero también facilitan el trabajo diario de los individuos. El agricultor se posiciona como agente del cambio, como el centro de esta nueva revolución digital.
No podemos evitar las nuevas tecnologías porque estas representan el presente y definen el futuro de la actividad agrícola.https://t.co/7A4FBXTLuC pic.twitter.com/OC2KlKjRzG
— Repuestos Fuster (@RepuestosFuster) January 14, 2019
La realidad de la Era Digital
El progreso digital camina a altas velocidades y eso lleva implícito el requisito de no quedarse atrasado. Existe así una fuerte necesidad de acceder a las nuevas herramientas y ser consciente de una realidad que sitúa a la tecnología como la principal clave para solucionar muchos de los problemas relacionados con un mundo cada vez más globalizado y digital. Fortalecer el sector agrícola pasa necesariamente por abrazar las nuevas tecnologías.
La agricultura ha sido tradicionalmente un sector poco permeable a este tipo de innovaciones. Es por eso que surge una necesidad de concienciación que lleve a comprender que adoptar las nuevas tecnologías conducirá a la larga a un sector más eficiente y atractivo, más llamativo para las generaciones venideras de las que depende el relevo generacional. No obstante, si bien es cierto que existe cierta tecnofobia en el sector, en muchos casos los problemas derivan de situaciones adversas, de la falta de cobertura o velocidad en las conexiones que tanto afecta a gran parte del entorno rural.
Nuevas tecnologías para una mejor agricultura
Pese a todas las dificultades, los primeros pasos hacia una agricultura más digital ya se están dando. Existen herramientas y tecnologías accesibles que facilitan el trabajo diario a miles de profesionales como el programa de vista por satélite Copernicus, los drones o infinidad de aplicaciones que permiten controlar herramientas o facilitar la siempre tediosa labor administrativa. Gracias a todo esto, hoy es posible estudiar y predecir de manera más exacta las diferentes variables que operan alrededor del trabajo agrícola.
Las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías son numerosas. Estas permiten al agricultor tener un mayor conocimiento del sector y de todos sus agentes. También pueden aportarle un mayor control de su explotación, tanto en tiempo real como a nivel histórico o hipotético. Las tareas administrativas pueden realizarse de manera más rápida, intuitiva y sin necesidad de desplazamientos.
Aunque su aplicación pueda parecer el futuro para muchos, lo cierto es que las nuevas tecnologías representan el presente de la agricultura. En el escenario de un mundo profundamente digitalizado no se les puede dar la espalda, ya que mediante su aplicación el sector no puede hacer otra cosa que salir beneficiado. Abrazar la Era Digital no significa dejar de lado los aspectos más tradicionales del sector; los métodos de trabajo clásicos, la maquinaria y los repuestos agrícolas deben convivir con las nuevas tecnologías para que el cambio sea realmente efectivo. Este cambio, además, debe implicar a todos los agentes del sector.
Sin duda hoy en día el desarrollo de nuevas tecnologías como es el caso de los drones para agricultura permiten la optimización de las tareas de gestión, control y producción asociadas al trabajo agrícola.
Es increíble lo que pueden hacer los drones hoy en día, tienen demasiados usos gracias a que vuelan y son excelentes herramientas para casi cualquier área. Me alegra que finalmente esté avanzando más esta tecnología ,en lo personal, siento que donde más se nota su evolución es en la agricultura de precisión, yo personalmente confío mucho en los drones de Omega Drone y sus capacitaciones, son geniales, yo ya sé hacer un análisis de cultivo, detectar plagas, etc.