Como bien se comentó en el anterior artículo de este mismo blog, el papel del arado ha sido fundamental para comprender la realidad y la evolución del trabajo agrícola desde hace miles de años hasta hoy. Si bien en la actualidad existe un amplio sector contrario a su uso, la realidad es que para muchos continúa siendo una herramienta de trabajo fundamental que puede aplicarse sobre el campo siguiendo diferentes técnicas y atendiendo a los diferentes tipos de arados.
A lo largo de sus muchos siglos de vida, este instrumento ha ido evolucionando hasta alcanzar su aspecto actual. Por el camino han quedado numerosos modelos, la gran mayoría de ellos de tracción animal, y el resultando han sido las diferentes tipologías que pueden encontrarse en la actualidad. Algunas de las más comunes son las siguientes.
Arados de reja o de discos
Sin querer establecer ningún orden de importancia, una primera distinción en los tipos de arados podría establecerse entre aquellos compuestos por discos o los que funcionan mediante rejas y vertederas.
Los arados de reja y vertedera son los más comunes. Su funcionamiento es muy sencillo; la reja penetra y corta el suelo, que es volteado lateralmente por la vertedera y así se consigue crear un surco sobre el terreno. Este tipo de arados no es adecuado para suelos excesivamente sueltos ni para aquellos que contengan muchas raíces, piedras o elementos similares.
Por su parte, los arados de discos cuentan con elementos de corte circular que realizan al mismo tiempo la función de volteo y no invierten completamente la capa de tierra trabajada. Su uso es recomendable para terrenos pesados y pueden operar en presencia de piedras o raíces.
Arados fijos o reversibles
Esta distinción en los tipos de arados permite flexibilizar el trabajo modificando o no el sentido de la operación. De esta manera, los fijos son aquellos que solamente vierten la tierra en un sentido. Por lo general son más económicos, pero permiten una menor operatividad. En la otra cara de la moneda se encuentran los arados reversibles. Estos permiten cambiar el sentido del vertido girando las rejas, por lo que son capaces de trabajan con mayor facilidad sobre un mismo surco sin variar el sentido de la marcha.
Tipos de arados por su enganche
Según su enganche al tractor, existe un primer tipo de arados con arrastre de dos puntos que el muy habitual en arados de muchos cuerpos de longitud. Su barra se acopla a la barra de tiro del tractor. Otra tipología de arados son los semimontados o semisuspendidos. Estos se adaptan a la parte delantera del tractor o a un enganche de tres puntos. Su morfología y sistema de acople permite descargar parte de su peso sobre el tractor, por lo que contribuye a mejorar su tracción. Los arados de tres puntos o suspendidos cuentan con unas características muy similares a los anteriores y, además, también permiten descargar parte de su peso sobre el vehículo.
Estos son algunos de los principales tipos de arados, pero no todos los existentes. También es posible encontrar, por ejemplo, arados para trabajar en superficie o en profundidad, como los compuestos por rejas verticales. En todo caso, y a modo de conclusión, la elección del arado correcto ha de estas condicionada por diferentes factores como el económico o el derivado del uso final que se le vaya a dar.
Imágenes de Roberto Poveda y Jimmy Baikovicius.